Conocí esta carrera cuando estaba cursando la educación media, cabe destacar que siempre supe que mi rumbo se dirigía hacia el área de la salud, pero no lo tuve claro hasta el día que me operé de la columna el año 2015. Constantemente sentí interés por los hospitales, los procedimientos clínicos, la innovación de los manejos en cada patología y la posibilidad y oportunidad de colaborar en la mejoría de una paciente.

 

Tras todo esto comencé a investigar por mi cuenta qué profesionales se desempeñan en el área de la neonatología y en ese momento entró el caso de la matrona, la cual se encarga del cuidado directo de los recién nacidos. 

 

El año 2016 egresé de cuarto medio en el Instituto San Lorenzo en Rancagua y unos meses después postulé y me matriculé en la carrera de Obstetricia en la Universidad San Sebastián, el año 2017.

 

Decidí enfocarme en obstetricia porque me siento una mujer cercana y comprensiva que es capaz de empatizar con cada paciente, es un ambiente en el cual me siento extremadamente cómoda.

 

Otro punto muy importante como la mujer feminista que me considero y me identifico, siempre estuve al tanto de la violencia obstetrica y como estas minorias de mujeres eran maltratadas en el momento donde más necesitan constención, apoyo y sobre todo profesionalismo para recibir a sus hijes de la manera devida con la dignidad que se merecen y quiero ser parte de este cambio tan necesario y tan positivo.